miércoles, 13 de enero de 2010

Vaslav Nijinsky (Notas sobre El Diario)

He desayunado bien, pues he comido dos huevos pasados por agua y patatas fritas con habas. Me gustan las habas, sólo que son secas. No me gustan las habas secas, pues en ellas no hay vida. Suiza está enferma, pues está llena de montañas. En Suiza la gente es seca, pues no hay vida en ella. Yo tengo una criada seca, pues no siente. Piensa mucho, pues la secaron en otro sitio donde estuvo sirviendo mucho tiempo. No me gusta Zúrich, pues una ciudad seca. En ella hay muchas fábricas y además muchos hombres de negocios. No me gusta la gente seca, y por eso no me gustan los hombres de negocios. (Pág. 9)

… No he experimentando más que cosas horribles. Temo a la gente, pues no me sienten, sino que me comprenden. Temo a la gente, pues quieren que lleve el mismo tipo de vida que ellos. Quieren que baile cosas alegres. No me gusta la alegría. Amo la vida… (Pág.14)

… Comprendo lo que es la diversión. Yo no soy divertido, pues sé que la diversión es la muerte. La diversión es la muerte de la razón Temo a la muerte y por eso amo la vida… (Pág. 17)

Que el hombre desciende del mono no lo dijo Nietzsche, sino Darwin. Se lo he preguntado a mi mujer por la mañana, pues he sentido pena por Nietzsche. Me gusta Nietzsche. Él no me comprenderá, pues piensa. Darwin es un hombre sabio. Mi mujer me ha dicho que escribió cosas eruditas en francés, se llaman Historia de la naturaleza. La naturaleza de Darwin era falsa. Él no sentía la naturaleza. La naturaza es vida y la vida es naturaleza. Amo la naturaleza. Sé lo que es la naturaleza. Comprendo la naturaleza, pues siento la naturaleza. La naturaleza me siente. La naturaleza es Dios. Yo soy la naturaleza. No me gusta la naturaleza falsa. Mi naturaleza es viva. Yo estoy vivo. Conozco personas que no comprenden la naturaleza. La naturaleza es una cosa magnífica. Mi naturaleza es magnífica. Sé que me dirán que yo también estudio, pero yo estudio la naturaleza de acuerdo con el sentimiento. Mis sentimientos son grandes y por eso sé lo que es la naturaleza sin estudiarla. La naturaleza es vida. La vida es naturaleza… (Pág. 24)

… Viví en casa de la madre de mi mujer durante la guerra. Comprendí la guerra, pues combatí con la madre de mi mujer. Quise entrar en un restaurante, pero una fuerza interior me retuvo. Llamo fuerza interior al sentimiento… (Pág. 25)

… Ahora estoy escribiendo con un lápiz químico. Quiero describir mis aventuras con las prostitutas. Yo era muy joven y por eso cometía tonterías. Todos los jóvenes cometen tonterías. Perdí mi equilibrio y fui por las calles de París a buscar prostitutas. Pasaba mucho rato buscando, pues quería que la chica fuese sana y hermosa. A veces me pasaba el día entero buscando y no encontraba ninguna, pues no tenía experiencia en buscarlas. Hacía el amor con varias prostitutas al día. Sabía que mis acciones eran horribles. No me gustaba lo que estaba haciendo, pero mis hábitos se intensificaron y comencé a buscarlas. Conocía un horrible sitio donde había prostitutas. Ese sitio era un bulevar. Paseaba por el bulevar y a menudo me encontraba con prostitutas que no advertían mi presencia. Recurría a todo tipo de artimañas para que las prostitutas repararan en mí. Ellas se fijaban poco en mí, pues iba vestido con sencillez. No quería ir vestido con ostentación, pues temía ser descubierto. En una ocasión, iba persiguiendo a una prostituta que había torcido en dirección a Lafayette (los almacenes)… (Pág. 27)

… La gente dirá seguramente que Nijinsky se finge loco para realizar sus horribles actos. Debo decir que los actos horribles son una cosa horrible y por eso no me gustan y no quiero realizarlos. Antes los realizaba, pues no comprendía a Dios. Lo sentía, pero no lo comprendía. Es lo que hace hoy toda la gente. Todas las personas tienen sentimientos, pero no comprenden el sentimiento. Quiero escribir este libro, pues quiero explicar lo que es el sentimiento. Sé que muchos dirán que es mi punto de vista sobre el sentimiento, pero sé que eso es falso, pues ese punto de vista emana de los mandatos divinos. Yo soy, como Cristo, un hombre que con los mandatos divinos. Temo al pueblo, pues pienso que tiene intenciones brutales y puede comprenderme mal y entonces someterme a un linchamiento… (Pág. 30)

… No necesité ir a la universidad, pues no tenía que saber tanto. No me gustan las universidades, porque se dedican a la política. La política es muerte. La política interior y exterior. Todo lo que se ha inventado para el gobierno es política. La gente ha perdido el norte y no pueden entenderse unos a otros, y por eso se han dividido en partidos. (Pág. 45)


… No me gusta el Hamlet de Shakespeare, pues piensa. Yo soy un filósofo que no piensa. Soy un filósofo con sentimiento. No quiero escribir invenciones. Me gusta Shakespeare por su amor al teatro. Shakespeare entendió el teatro como algo inventado. Yo he entendido el teatro a partir de la vida. Yo no soy una invención. Soy vida. El teatro es vida. Yo soy teatro. Conozco sus hábitos. El teatro es hábito y la vida no es hábito. Yo no tengo hábitos. No me gusta el teatro con escenario cuadrado. Me gusta el teatro circular. Construiré un teatro circular. Sé lo que es el ojo. El ojo es el teatro. El cerebro es el público. Yo soy el ojo en el cerebro. Me gusta mirarme en el espejo y ver un ojo en mi frente. A menudo dibujo un ojo (1)… (Pág. 63)

Me gustan los bufones de Shakespeare. Tienen mucho humor, pero a veces se enfurecen y por eso no son Dioses. Yo soy un bufón de Dios y por eso me gusta bromear.

Quiero decir que el bufón es bueno allí donde hay amor. Un bufón sin amor no es Dios. Dios es un bufón. Yo soy Dios. Nosotros somos Dioses, vosotros sois dios… (Pág. 143)

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